“Opino que todo ser humano puede alcanzar la meta por la cual se afana. También creo que todo el que ambiciona hacer algo determinado termina por hacerlo, por muchos rodeos que haya que dar para lograrlo” ~?Rudolf Caracciola.
Era de noche. Mi primera visita al famoso Speedway de Indiana. Desde donde estaba podía oír las voces de la gente, los sonidos de la fiesta en un área más bien central en la pista. La Luna iluminaba filas de asientos vacíos. Todo tenía un aspecto fantasmal. Me fui alejando del edificio del museo. Pese a la oscuridad no sentía miedo. Tampoco sentía soledad. Era como si aquel lugar estuviese repleto de presencias no físicas que se alegraban con la visita.
Caminé un rato y me paré al borde de la curva 2. Y allí, en ese momento, en ese lugar, pensé nuevamente en Rudolf Caracciola, piloto alemán de la preguerra que de haber existido entonces el Campeonato Mundial de Fórmula Uno hubiese sido campeón… Acababa de ver en el museo muchos de sus trofeos. No entendía qué hacían allí… (más…)
Debe estar conectado para enviar un comentario.