A inicios de 2010, en el Auto Show de Detroit, Lincoln, la división de lujo de Ford, anunció la renovación del crossover MKX, cuya primera versión de la marca fue presentada al mercado en 2007. No se trataba, según dijeron, de un simple retoque aquí y allá sino de un redise?o que se notaría en el exterior, tanto en la fachada delantera como trasera, en la nueva motorización -3,7 litros-, más potente, en un interior siempre con la mira puesta en los detalles y en la incorporación de elementos tecnológicos como MyLincoln Touch, por mencionar sólo algunos elementos.
Y cumplieron cabalmente con su palabra ofreciendo al mercado un MKX 2011 sobrio, cómodo y con más identidad propia.
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Impacta, precisamente como las buenas cosas clásicas, por lo simple y elegante de su línea. Si a eso suma su rendimiento de combustible con 19 mpg en la ciudad y 26 mpg en carretera de acuerdo a estimaciones de EPA, a usted le quedarán pocas dudas de que debe pasar por un concesionario a explorar esta opción.
A golpe de vista
Si llegó a cruzarse con un Lincoln MKX de 2007, al ver el modelo 2011 notará de inmediato el redise?o exterior. Fieles a la promesa que hicieron en Detroit, la fascia frontal y trasera del vehículo es nueva. La parrilla delantera fue, en lo personal, lo más evidente. Antes era más plana y ahora tiene el look de los modelos de esta marca, que es, como ellos mismos lo llaman, “de alas divididas”.
La vista lateral ha sido mejorada con un arco elevado sobre la rueda frontal y detalles brillantes que van hasta la zona posterior del vehículo.
Al llegar a la parte trasera notamos las luces, que son ahora dos piezas con sistema LED. Destacan las puntas ovaladas del nuevo escape de cuatro pulgadas y por supuesto, el símbolo estrella de Lincoln, ese emblema que nos habla de lujo.
Sus nuevas ruedas, disponibles en 18 o en 20 pulgadas, son otro elemento que captura la atención.
Desde adentro
Si bien es cierto que en el interior encontrará semejanzas con el Ford Edge, notará que los materiales son distintos. Los detalles de pespunteado en el cuero del volante, los asientos o el borde del panel central, sólo suman a una sensación ya de por si confortable y lujosa.
El volante, forrado en cuero, con detalles en madera clara u oscura, permite ajuste de altura y profundidad para comodidad del conductor.
Los asientos, para cinco pasajeros, están forrados en cuero. Los delanteros ofrecen hasta 10 posiciones de ajuste y en el caso del conductor, brindan la posibilidad de memoria en cuanto a preferencias, algo muy útil si usted comparte el vehículo. Igualmente, los asientos frontales incorporan la posibilidad de control de calefacción o refrigeración.
La segunda fila de asientos es reclinable (60/40) y abatible –con el toque de un botón- lo que incrementa el espacio de carga.
El techo panorámico se extiende más allá de la primera fila de asiento y abarca la segunda, algo que no se encuentra con frecuencia.
El sistema de monitoreo de punto ciego, con una luz que se enciende en las esquinas superiores de los espejos retrovisores laterales, fue otro elemento que me cautivó. Fue útil en la conducción en ciudad y en carretea y también al momento de ingresar o salir de un puesto de estacionamiento. La cámara trasera es opcional y no me cansaré de recomendarla. Es una ayuda extra en retroceso y muy importante para mi, que vivo en una zona donde hay chicos jugando en las calles, ya que me permite ver lo que mi vista no llega a captar en los espejos retrovisores o mirando los alrededores.
El panel central, en dise?o en el que predominan las líneas rectas, está dividido en dos. En la zona superior encontrará una pantalla en la que tendrá acceso al sistema de navegación, al de temperatura, telefonía y audio. Cada uno se identifica con un color. En la parte inferior, dará usted con controles de audio o temperatura que reaccionan al tacto.
Todo esto se integra gracias al sistema MyLincoln Touch, que es, sin más ni más, la tecnología que conecta al conductor con el auto y con su mundo digital. El sistema es estándar en el Lincolm MKX. Reemplaza los botoncitos y las perillas tradicionales con pantallas LCD simples de navegar gracias a comandos de “cinco vías” como los que se encuentran hoy con tanta frecuenta en los teléfonos celulares o en los reproductores MP3. Con esta tecnología, llamémosle táctil, puede usted controlar el volumen y la climatización de la cabina, y lo más importante es que permite configurarlo al gusto del usuario. Ciertamente, el uso de esta tecnología le da un carácter más moderno a este clásico de lujo. Sin embargo, mi experiencia con estos comandos “al tacto” no fue sencilla. Me costó regular el toque para modificar los controles y mientras manejaba definitivamente opté por modificar el volumen de la música –por ejemplo- desde el volante, ya que me permitía mantener la atención en la ruta en vez de volver la mirada al panel central para buscar la superficie correcta donde poner la presión de mi dedo.
Del sistema de navegación me gustaron especialmente la función que permite elegir la ruta de menor consumo de combustible -complementada con información sobre el tráfico- y la opción de Puntos de Interés (POI), que si usted quiere hacer turismo fuera de un sitio que le resulta familiar, es muy útil.
A diferencia de otros modelos en los que me ha tocado circular, el sistema de navegación por comando de voz (en inglés) me funcionó muy bien. Cuenta con más de 10 mil comandos, de modo que opciones, no faltan. Pude pedirle por emisoras de radio, sitios de comida o estaciones de servicio, sin inconvenientes.
Si todo esto le parece poco, no se preocupe. Hay más: Opción de encendido remoto, encendido sin llave, a través del toque de un botón, personalización de los controles de temperatura, dos puertos USB conectores RCA, tarjeta SD y Bluetooh, radio AM/FM y satelital (Sirius), sistema Sync y sistema de sonido THX con 14 altoparlantes distribuidos en la cabina.
Es un vehículo que rueda suave, tiene buen juego en la dirección, excelente maniobrabilidad y la cabina es silenciosa. Se siente muy cómodo para viajes largos. Tiene buen balance y los frenos de disco en las cuatro ruedas le dan buen agarre ya sea que usted aplique presión suavemente o que los necesite en caso de emergencia. Todo el sistema de frenos ha sido revisado en este modelo y ofrece varias características nuevas: asistencia de arranque en pendientes y control de deslizamiento de remolques, entre otros.
La versión 2011 de la Lincoln MKX cuenta con un motor V6 de 3,7 litros de 305 caballos de fuerza (a 6.500 RPM) –incremento del 15 por ciento respecto al modelo anterior- y 280 libras por pie de torsión (a 4.000 RPM) –mejora del 12 por ciento respecto al modelo anterior-, y con una transmisión automática de seis velocidades y opción de cambio secuencial, si esa es su preferencia
Ficha del Lincoln MKX 2011
Precio estándar: US$39.525.
Precio del modelo que manejamos, con paquetes opcionales: US$50.940.
Modelos: FWD y AWD.
Consumo: 19 mpg en ciudad y 26 mpg en carretera
Motor: 3.7 litros, V6.
Potencia: 305 caballos de fuerza (a 6.500 RPM)
Torque: 280 libras por pie de torsión (a 4.000 RPM)
Colores exteriores (varían por modelo): Ingot Silver, Tuxedo Black, Cinnamon Metallic, Dark Blue Pearl Metallic, Crystal Champagne, Mineral Grey Metallic, Red Candy, White Platinum.
Colores interiores: Charcoal Black, Medium Light Stone, Canyon, Bronze Metallic.
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