Dicen que las primeras impresiones cuentan. Por eso, cada vez que subo por primera vez a un auto trato de describirlo con entre una y tres palabras. Es una especie de tradición. Con el Mercedes-Benz SLK 350 de 2012, la primera palabra que asaltó mi cerebro lo hizo apenas al verlo: Sexy. Imagino que su color, Rojo Marte –así se llama-, tuvo algo que ver… La segunda palabra apareció apenas me introduje en la cabina: Lujoso. Y la tercera, después de manejarlo por una cuadra: Liviano. Bien podría agregar que a estas tres, se suma una sensación: Alegría en el manejo diario.
Con espacio para dos pasajeros este convertible en versión 2012 es aún más lujoso que sus predecesores, cuenta con mayor número de funciones o productos estándar que antes eran opcionales y suma ingredientes de confort a una experiencia de por si, placentera. A eso podemos –y debemos- a?adir un motor más eficiente y un dise?o que cautiva por la atención al detalle. (más…)