No hace mucho me tocó probar un auto al que si tuviera que definir con una palabra, lo llamaría “rareza”. Dos palabras mas y usaria las que la propia Alfa Romeo menciona en el comercial de presentación (incluido en esta nota), ?puro deseo?. Y es que en definitiva el Alfa Romeo 4C no es un vehículo del que se vean muchos en las calles de Estados Unidos, ni es la elección más obvia para un amplio segmento de la población. De todos modos, hay que tomar en cuenta que el mercado norteamericano recibirá 1.200 de estos autos y sólo 500 de Edición Especial. Pocos, exclusivos.
Lo interpreto más bien como un auto de carrera -a la vista una pieza de arte- puesto en las calles de las ciudades. Su estructura ligera, monocoque –ligerísimo; pesa apenas 2.500 libras- en aluminio y fibra de carbón; su motor ubicado al centro y en la parte trasera del vehículo, visible a través del panel de vidrio posterior, sobre el maletero; sus pedales en aluminio; sus butacas, con buen soporte y escasas zonas mullidas- de competencia, bajas, en las que más que sentarse uno se sumerge; sus barras antivuelco y el sonido de ese motor turbo de cuatro cilindros, 1.7 litros (237 caballos de fuerza y 258 libras por pie de torsión) que inunda cada milímetro en la cabina cuando está encendido, lo convierten en producto especial. A mi juicio, no es para ir a hacer las compras. Es para correrlo en una pista donde realmente se le puede extraer la potencia. ?De 0-60 mph? 4,1 segundos. (más…)